Copyright 2020 Lourdes González
Recibido: 16 de abril de 2020
Aceptado: 10 de septiembre de 2020
Publicado: 30 de noviembre de 2020
No.3 Enero-Diciembre 2020
ISSN 2958-1648
Psicogt.org/index.php/riec
Escuela de Ciencias
Psicológicas de la Universidad
de San Carlos de Guatemala
https://doi.org/10.57247/riec.vi3.68
Conferencia: La formación del psicólogo clínico
Conference: The training of the clinical psychologist
Lourdes González3
Escuela de Ciencias Psicológicas
Este trabajo fue financiado con recursos del autor. El autor no tiene ningún conflicto de interés al
haber hecho este trabajo. Correo electrónico: lgonzal[email protected]
Presentación
El lunes 14 de octubre de 2019, en las instalaciones de la Escuela de Ciencias Psicológicas,
USAC, se llevó a cabo el I Congreso de Psicología Clínica “Reflexiones sobre las buenas prácticas del
psicólogo clínico”, cuyo objetivo fue promover un espacio de discusión y formación en torno a esta
rama de la actividad profesional.
Este congreso fue organizado y realizado por la dirección y los estudiantes del centro de
práctica Unidad Popular de Servicios Psicológicos. El centro funciona dentro de las instalaciones de la
Escuela de Psicología, USAC, y brinda atención psicológica a personas (niños, adolescentes y adultos)
que lo solicitan. El congreso recibió el respaldo de la Dirección y el Consejo Directivo de la Escuela.
Contó con la participación de más de 250 estudiantes y profesionales provenientes de Ciudad
Capital, Alta Verapaz, Escuintla, Quetzaltenango, Sacatepéquez y San Marcos. Más de 10 profesionales
que trabajan en el campo, ofrecieron conferencias y talleres sobre diversos aspectos de la psicología
clínica.
1
Por la calidad e interés que presentan las reflexiones de la conferencia inaugural, se incluye
como material dentro de la presente edición de la Revista de Investigación de la Escuela de Ciencias
Psicológicas.
2
La formación del psicólogo clínico
Introducción
Mi área de especialidad no es la psicología clínica, sino la educativa, pero básicamente el
conocimiento, la reflexión que comparto, tiene que ver precisamente con los procesos de formación
1
Para mayor información sobre esta actividad, ver Sánchez, L. y González, M. Congreso: Reflexiones sobre las
buenas prácticas del psicólogo clínico. Revista de Análisis de la Realidad Nacional, 173, pp. 115-128.
2
La transcripción de la conferencia estuvo a cargo de Andrea Granados, secretaria de la Unidad de Investigación
de Psicología, UIP. Se realizó un trabajo editorial con la transcripción, para hacer más legible el material, dado el
carácter oral de la conferencia. Posteriormente, la expositora trabajó el documento para darle el formato presente.
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más generales. De acuerdo al planteamiento del congreso y a las palabras que nos ha dedicado el
Maestro Mariano González, podemos crear un marco teórico sobre el cual se puede pensar en el resto
de presentaciones que van a tener durante el día de hoy.
Vamos a hacer unas aclaraciones, aportaciones y observaciones sobre la formación del
psicólogo desde el punto de vista del currículum. Conoceremos elementos puntuales de lo que ha
sido la propuesta curricular de la Escuela de Ciencias Psicológicas y la propuesta actual, para
comprender de dónde deberían venir los aportes para consolidar un proceso de formación ya que las
personas interesadas en participar en eventos como este, quieren saber hacia dónde apunta la
formación.
Vamos a hablar sobre ¿cuáles son las novedades?, ¿cuáles son los puntos importantes en los
que se debería fijar la formación?, ¿qué son estos procesos de formación?, ¿cuáles han sido sus
objetivos tradicionales?, ¿cuáles son las visiones alrededor de las que podríamos ir pensando en
formación para las prácticas emergentes?, ¿cuáles son las visiones de la formación para calificar
académica y científicamente lo que en la actualidad se llama buenas prácticas? Por este camino es
que vamos a tratar de entender algunos conceptos.
En un primer momento, tenemos los grandes ejes de la educación, válidos en todos los
tiempos, ya que fueron formulados hace más de cien años por la pedagogía, reformulados en los
últimos veinte años por la UNESCO
3
y entidades internacionales que se dedican a la educación. Son
elementos importantes que debemos seguir en todos los niveles del proceso educativo desde la
educación inicial hasta la calificación de postgrado, y que tienen que ver con lo que la educación,
concebida del modo más general, puede hacer sobre la persona.
Tenemos cuatro grandes fines que son: personalización, socialización, racionalización y
capacitación. Para quienes siguen los discursos actuales, ya pueden ver las palabras con las que
UNESCO los nombra, llamándolos los Cuatro Pilares de la Educación para el Siglo XXI y que son:
aprender a ser persona; aprender a convivir con otros; aprender a aprender y a pensar; y aprender a
hacer. Lo que tenemos aquí es una discusión sobre cuáles podrían ser los fines más importantes a
lograr en la actividad educativa, en todo proceso formativo, incluyendo la formación universitaria.
Los psicólogos y estudiantes que nos acompañan, podrían pensar en estos fines y preguntarse:
¿Cuánto desarrollo me ha dado la Escuela de Ciencias Psicológicas de la Universidad en torno a ser
personal?, ¿cuánto desarrollo me ha proporcionado mi formación universitaria en torno a mi capacidad
para relacionarme de manera constructiva? Ahora es importante ponerle apellido al tema de la
convivencia, porque no estamos hablando de una convivencia disfuncional validada por los medios de
comunicación, sino estamos hablando de una convivencia constructiva, una convivencia que nos traiga
también salud mental y nuevos aprendizajes.
Por un lado, se tienen las principales necesidades formativas que nuestros estudiantes y
graduados aspiran, para que la Universidad les resuelva el proceso de volverse s competentes
académica e intelectualmente. Definitivamente estamos hablando de capacidades cognitivas. En este
sentido, nos hemos dedicado a promover la competencia del conocimiento en la Universidad, o sea,
¿a qué vienen a final de cuentas ustedes?
3
Siglas para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
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Porque no sucede como cuando estaban en primaria, que al regresar a su casa del colegio o
de la escuela, sus padres les preguntaban “¿qué aprendiste hoy?”. Supongan que al regresar cansados
por la noche a sus casas (porque el tema del transporte está duro últimamente, ¿verdad?), sus padres
les preguntaran ¿qaprendiste hoy en la “U”? La respuesta sería menos clara, porque pasa que la
atención del estudiante actual está dispersa y totalmente captada por la tecnología; nuestro sistema
educativo no aprovecha esa tecnología, y no sé, si sabe o sabría cómo usarla debidamente. Yo pienso
que, aunque se ofrece una buena presentación, una buena web, una buena plataforma educativa, estas
no logran atraer al estudiante con el mismo poder con el que lo atraen las redes sociales.
Retomando el ejemplo, ¿qué les contestarían? “Hoy aprendí tales herramientas”, “hoy aprendí
tales conceptos”. Peor. Los conceptos les aburren en la formación. En general los estudiantes califican
su formación como excesivamente teórica, no entienden por qué los profesores insistimos tanto en los
marcos y las teorías (pero ya verán el poder y el valor de la teoría sobre todo en cuanto a la calificación
de las llamadas “Buenas Prácticas”). Probablemente la respuesta que les dan a sus papás es “no
aprendo nada” “en la escuela no enseñan nada”.
Por otro lado, ante una necesidad de servicio en el centro, una consulta en la clínica o un
problema cotidiano por resolver, profesionales y estudiantes sienten que solo tienen unos modelos y
unos principios para orientarse, pero que (me lo permiten decir coloquialmente) “a la hora de los
cuentazos”, realmente no saben exactamente qué hacer con la persona que tienen enfrente. Es allí
cuando ustedes califican la formación. No tanto desde lo que la Escuela ha hecho para prepararlos
como personas, en procesos de valoración individual, en procesos de convivencia constructiva o en
procesos intelectuales. Califican su formación desde el punto de vista de los “haceres”. O sea, la
concepción generalizada sobre una buena formación es que una buena formación nos permite
intervenir y actuar.
Mi experiencia de trabajo en mi consulta es psicopedagógica, trabajo principalmente con niños
con problemas de aprendizaje y de desarrollo. Pero en los casos que me han hecho consulta clínica
de adultos, he tenido la experiencia de que mucha gente cambia de psicólogo por una razón muy
simple. Cuando uno le hace las preguntas para recoger la historia de vida ¿ha recibido psicoterapia en
otras ocasiones?, ¿ha recibido ayuda profesional o psicológica? y le contestan “Sí, iba con un psicólogo
o con una psicóloga, pero ya no. Decidí cambiarme porque yo hablaba y hablaba y él solo me oía y oía,
nunca me decía nada y nunca me dijo qué hacer”. ¿No les suena eso un poquito familiar? Aclaro que
hay modelos psicoterapéuticos que son así, pero la mayoría de las personas que deciden ir al
psicólogo, lo hacen porque necesitan que alguien “conduzca”, o lo que en esta presentación diremos,
“intervenga”, a través de un conjunto de actividades terapéuticas que el psicólogo clínico les puede
hacer. Es ante estas consideraciones que los profesionales y estudiantes califican su formación
universitaria: en cuánto la universidad les ha enseñado a hacer, intervenir, les ha enseñado el
componente metodológico e instrumental de su área de trabajo.
En cambio, cuando hablamos de educación formativa, educación formadora o del objetivo
formador de la educación, generalmente estamos aludiendo una visión integradora. En este sentido
una visión integradora de la formación implicaría que el currículum hace énfasis en que el alumno
aprenda a ser persona. Sí, es decir, que aprenda el propio cuidado de su salud mental, que es un tema
vital: ¿qué tanto los psicólogos realmente tenemos un adecuado equilibrio de salud mental y un
adecuado equilibrio afectivo emocional, y como decía antes, buenas habilidades sociales del
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planteamiento constructivo? Es decir, buenas habilidades para vincularnos con los demás y para
enriquecernos con esa vinculación
En otros términos, qué tanto ha hecho el currículum de ustedes por enseñarle los valores del
ser y del saber convivir, versus una visión profesional en donde solo se tome en cuenta que el currículo
les proporcione elementos para la práctica de su profesión como psicólogos clínicos o, bien, con
formaciones continuas como graduado y en postgrado, nivel que cada día se hace más necesario para
acreditar cualquier tipo de práctica profesional.
Y no tanto interesa en qué es el postgrado. Interesa básicamente la idea de que el profesional
en la actualidad no se debe de conformar solo con la profesionalización de grado. El maestro González
4
les comentó sobre los postgrados históricos que existieron y los postgrados que existen en la
actualidad. Y la idea es, qué tan especializado es un egresado que está cursando la maestría en análisis
social de la discapacidad (ese es el nombre que tiene la maestría en este momento) y, vamos a dejar
subrayado de una vez, que el tema de discapacidad es uno de los grandes temas emergentes en este
momento dentro de las prácticas de todos los psicólogos.
Esto tampoco quiere decir que estudiar cualquier maestría está bien. En el mercado de
postgrados, se debe saber elegir, comparar oferta y demanda laboral, temas emergentes en la
formación y también su propia vocación. Porque se debe estudiar aquello que nos atraiga para no
violentar el carácter formativo integrador de la formación. La primera cosa a considerar es, sí yo quiero
respetar a otros, antes tengo que respetar mis intereses, mis capacidades y vocación. Aunque el tema
de la vocación está siendo sometido a una discusión profunda que se orienta en la diferenciación de
conceptos tales como: aptitudes, capacidades y expertaje, cuál es el poder de la educación en su
aparecimiento y desarrollo, qué diferencia hay entre experiencias de aprendizaje que potencian
capacidades o que potencien habilidades. Tema importante para los que hacen el currículo ya que
tienen que decidir qué actividades son aquellas que se quieren priorizar en la formación.
Fuentes de selección del currículo
¿De dónde viene el currículo para cualquier nivel educativo? Si primero definimos muy
brevemente el currículo como una selección de contenidos de la cultura, hay cualquier cantidad de
definiciones del concepto de currículo, pero para los fines de este momento intento que tengan claro
que una oferta formativa, un pensum o un plan de estudios, es un documento donde los expertos han
inscrito ciertas porciones de la cultura. Que luego se identifican como cursos, asignaturas y módulos y,
que de acuerdo a lo que hemos venido discutiendo, sustentarían cuánto usted se desarrolla como
persona, como ser social, como ser intelectual y cuántas habilidades de intervención aprende.
Esta selección de la cultura tiene que considerar cuatro fuentes:
Legitimidad o demanda social
El contenido que usted vino a aprender o quiere venir a aprender a esta escuela, que está
fundamentada en las demandas de los pueblos y en las demandas de las profesiones. Las demandas
de los pueblos suenan muy prosociales, ¿verdad?, pero en un ejercicio de diseño curricular que hicimos
4
En las palabras de bienvenida al acto.
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en del año 1997 al 2002, a la Escuela de Psicología vinieron grupos de la sociedad civil, gestionados
por la persona que entonces era la coordinadora de práctica psicológica
5
, hubo varios talleres a los
que asistieron unas 70 personas que representaban comunidades, pueblos indígenas, organizaciones
civiles, etc. Y ellos vinieron a decirle a la Escuela de Psicología, qué querían de sus psicólogos, pero
sus demandas debían analizarse en función de otros criterios.
Legitimidad o demanda profesional
La otra fuente que le da legitimidad social al contenido del currículo son las demandas de las
profesiones que, en nuestro país, están representadas por los colegios profesionales y unas pocas
organizaciones que vinculan a profesionales de la psicología. Independientemente de la opinión que
se tenga sobre el recientemente fundado Colegio de Psicólogos (está bien o está mal en función del
tipo de servicio, atención y propuestas que ofrece), debería ser una ventaja gremial para el Psicólogo.
Pero cabe hacerse la pregunta: ¿Qventaja gremial es esta? Consideremos que el Colegio
puede, entre otras cosas, mantener bases de datos para darle un seguimiento a la práctica profesional
de la psicología en Guatemala y consideremos el valor de esos datos en el proceso de diseñar el
currículo. La idea sería, entonces, que hay una comunidad de psicólogos que van al día, que están
agremiados, que pertenecen a organizaciones y también tienen cosas qué decir acerca de lo que es
importante en la formación. Esto sería la legitimidad profesional del currículo en cualquier unidad
académica.
Legitimidad o demanda científica
La psicología también avanza. De hecho, está el curioso nombre que le ponen a su congreso:
“Análisis de las buenas prácticas”. Este es un constructo utilizado para identificar los contextos y
escenarios de aparición de problemas emergentes que van a cambiar el desarrollo de la ciencia. La
psicología también tiene su perspectiva, tiene su tecnología, los manuales diagnósticos avanzan, los
manuales de tratamiento avanzan, es decir, ya estamos en el DSM-5
6
, ahora, los del comité
7
están
evaluando y analizando el DSM-6. Es decir, la visión que se tiene sobre los problemas psicológicos y
los problemas de salud mental también van provacando cambios. Por ejemplo, en el electivo de
psicología educativa hay un curso de diagnóstico nosológico. Alguien pensó que el estudiante debía
de aprender el uso de manuales diagnósticos porque en su práctica profesional le va a ser requerido.
De hecho, si se quiere hacer un peritaje, uno de los requisitos de ese peritaje es que el diagnóstico sea
de acuerdo a uno de los manuales, con los ejes que los manuales indican y los componentes que los
manuales indiquen.
8
Y quienes están aquí y se graduaron dentro del pensum antiguo saben que esa
formación no se daba en la Escuela con anterioridad.
5
Se refiere a la Licda. Irma Herrera de Avilés, coordinadora del Departamento de Práctica por muchos años.
6
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, versión 5. DSM por sus siglas en inglés.
7
Se refiere al comité de revisión del manual, conformado por profesionales de la Asociación Psiquiátrica
Americana (APA).
8
Hay dos manuales que se utilizan en el medio para la clasificación de trastornos mentales. El primero es el
referido DSM. El otro es el que se incluye dentro de la Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE) de la
Organización Mundial de la Salud.
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Legitimidad o demanda pedagógica
Y luego tenemos la legitimidad pedagógica. Allí es donde tal vez pueda herir sensibilidades, ya
que este tipo de legitimidad está referida a las posibilidades del alumno para la construcción del
conocimiento y la experiencia docente que tenemos. Nuestros alumnos se quejan cuando les exigimos
mucho, pero otros comprenden lo que significa “No ir detrás del jamón”, frase que se quedó como
lema en el grupo después de leer el ensayombolos, Arte y Autismo de Ángel Rivera (México, 2003)
quien explica que la diferencia entre los humanos y otros mamíferos altamente evolucionados, es que
los humanos nos interesamos “desinteresadamentepor las cosas, mientras que los perros se interesan
interesadamente y pone como ejemplo a su perro que, salvó el jamón y los calcetines sucios -porque
es un poco fetichista dice el autor-, no le interesa nada más.
En ese sentido, ¿cuántos estudiantes se interesan desinteresadamente? O sea, ¿vienen por
aprender o vienen porque quieren el traje de psicólogo, el carro de psicólogo, la casa de psicólogo, el
status y el prestigio de psicólogo, pero no quieren aprender lo que el psicólogo tiene que saber? De
alguna manera, no se percibe que para que el psicólogo consiga su carro, su traje y su casa, tiene que
trabajar, trabajar bien y ser competitivo. Sí, porque si usted no resuelve sus problemas, los clientes no
llegan. Y la Escuela gradúa muchos psicólogos, ciento y pico psicólogos al año (lamento no darles un
número exacto) pero ¿cuántos de estos psicólogos que graduamos realmente compiten? Allí es donde
entra qué capacidad tiene el estudiante y el mismo psicólogo para aprender realmente.
Definir las competencias
Se entiende que esas fuentes de legitimidad o demandas nos van a servir para seleccionar los
contenidos y los contenidos no son solo teóricos, sino que también son procedimentales. Está el saber
hacer, que como hemos dicho, es la variante principal desde la cual los alumnos califican su formación,
pero al hablar de competencias tenemos que incluirlo todo. Una competencia se entiende como una
actuación integral para identificar, interpretar, argumentar y resolver problemas de contexto
(prestemos atención a la palabra contexto, porque eso va a hacer muy importante). La competencia
integrar el saber ser, el saber hacer y el saber conocer.
Yo añadiría lo siguiente: una competencia es una actuación integral que permite a la persona
ante una situación o problema concreto, primero, saber qué hacer; segundo, saber cómo se hace y,
tercero, saber por qué tiene que hacer eso y no otra cosa”, es decir, usted no se va a creer todo lo que
le diga un profesional cuando le consulta, a menos que le pregunte, ¿mire y no hay otra forma de
hacerlo?, y este profesional realmente le diga si existen otras opciones que tienen con sus variables,
ventajas y desventajas. Ah, entonces usted cree que este profesional sabe, pero si usted va con un
profesional, le consulta y le dice “esto es” y no le dice por qué, le va a dar desconfianza. Piensen que
ustedes no permitirían que un médico les hiciera cirugía, si no les explica con propiedad por qué tiene
que hacer esas cirugías y no otro tipo de tratamiento u otro tipo de intervención.
Entonces cuando yo decía subrayar contexto es porque el tercer elemento es lo que los
psicólogos constructivistas llaman saber condicional y es precisamente lo que los hace competentes.
Los tres elementos son importantes. Por ejemplo, yo les digo, “yo cambiar una llanta”, pero nunca
he cambiado una llanta, ¿verdad? entonces todavía no sé hacerlo.
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Pensemos en términos psicológicos. Usted tiene que saber qué hacer ante un problema,
consulta o patología, por decirlo de alguna manera, tiene que saber cómo hacer su intervención, pero,
además, tiene que saber por qué esa intervención y no otra. ¿Y qes lo habitual que escucho? “Yo
tengo una práctica ecléctica, yo uso técnicas conductistas cuando me sirven las conductistas,
cognitivas cuando me sirven las cognitivas, existenciales, fenomenológicas”. Entonces pregunto: ¿pero
sabrán qué hacer?, ¿y sabrán por qué hacen eso y no otra cosa? O solo hacen lo que se recuerdan de
su formación.
La investigación sustenta que, en situaciones evaluativas, con niños y adolescentes, el proceso
de evaluación psicológica o psicopedagógica, implica adicionar una variable de tensión y estrés para
sujetos en desarrollo que los psicólogos deberíamos de pensar muy bien. ¿Es eso lo que hay que hacer
y no otra cosa? Pero, ¿leemos las investigaciones? ¿cuántas revistas de psicología hay en Guatemala?,
¿qué temas están investigando los alumnos en sus tesis?
Yo me pregunto ¿tengo derecho de aplicarle esta prueba a este niño o este joven?, ¿tengo
derecho de someterlo a este proceso de medición donde él se va a ver impactado por un desconocido
que le pregunta cosas?, ¿cuánto tiempo necesita un sujeto en proceso de desarrollo para realmente
llegar a un nivel en que solo ciertas pruebas puedan darnos un resultado confiable? Entonces, ¿se está
pensando que trabajar con niños y con personas de ciertas edades, en un contexto o una condición,
requiere tomar varias cosas en cuenta para definir el qué hacer del psicólogo? Pero cuando viene un
cliente, en lo primero que se piensa es qué prueba se hará para comenzar. Esa es la necesidad que el
pensum de la Escuela tiene que subsanar. Ahora bien, no quiere decir que, al subsanar esa necesidad,
le den herramientas al psicólogo sobre las que no haga una reflexión.
Formación y complejidad
Pensemos un poco en lo que Morin
9
dice sobre los principios de la complejidad. El principio del
trabajo del psicólogo es dialógico (es un principio general, pero lo estamos aplicando a la psicología).
La formación del psicólogo es dialógica. El currículo tiene que mantener una gestión de la
dualidad entre la formación en los dos conceptos que vimos. Tiene que estar tan válida la instrucción
(que sería el proceso de racionalización y capacitación del psicólogo), como la visión integradora (que
sería el trabajo que tenemos que hacer con los psicólogos desde su ser personal y su ser social, el de
su salud mental y su ética profesional). Todavía no sabemos en esta Escuela, si tener un curso de
Psicoética resuelve esa situación.
O bien el principio de recursividad que implica tener calidad en la relación proceso producto.
O en el tema de la causalidad “aparente” en el proceso de enseñanza y en el proceso de aprendizaje.
Porque a los profesores siempre nos gusta decir que enseñamos mucho, pero la pregunta sería ¿el
alumno aprende? Porque no hay relación causal. Hay una correlación, por supuesto, o un cierto grado
de influencia de variable. En general los alumnos califican la buena enseñanza de una forma adecuada.
Una buena enseñanza usualmente conducirá o realiza actividades donde el estudiante lleve
procesos reflexivos y procesos constructivos que le van a ayudar a aprender significativamente.
9
Edgar Morin (1921 a la actualidad), filósofo y sociólogo francés, autor de diversos libros y teorías, incluyendo la
teoría del pensamiento complejo.
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No justifico las malas prácticas de enseñanza, por supuesto, solo que en el momento que usted
llega a la universidad todos sus profesores tienen el supuesto de que la responsabilidad formativa es
del estudiante, no del profesor. Más n, cuando usted se graduó, esa responsabilidad es sola y
absolutamente suya: continuar el proceso formativo para seguirse actualizando.
El otro principio es el de sentido holístico en la formación. Toda definición en este proceso
formativo constituye parte de un sistema. Así que hay que tener cuidado con currículos altamente
compartamentalizados. Teóricamente hablando, cada elemento que usted pasa por su formación es
vital, pero voy a citar uno porque de esto vamos a hablar después. En esta escuela nuestros estudiantes
llevan actualmente 10 cursos de investigación. La analista de currículos con la que trabajamos hace 4
años decía ¿Tanto?” “¿Por qué tanto?” Entonces dejo la pregunta en el aire: ¿saben hacer
investigación?, ¿se dedican a hacer investigación? El pensum actual de psicología tiene 52 cursos.
Quiere decir que una quinta parte del pensum es investigación, lo que nos haría pensar que estamos
formando psicólogos que saben investigar (vamos a ver eso después).
Y, por último, el principio de incerteza: la formación es incierta. Cito a Morin: “el conocimiento
consiste en navegar en un océano de incertidumbre dentro de un archipiélago de certezas”. Cada
persona que parece que dice la verdad es una isla en ese archipiélago. Pero entre las verdades, no hay
puentes. No construimos puentes y es muy probable que lo que diga un profesor contradiga lo que
diga otro. Por lo tanto, los puentes son inexistentes y usted dice “¿Qué onda?” Es decir, en ningún
momento aclaramos lo suficiente que esta es mi opinión o esta es mi escuela o este es mi modo de
pensar, pero no es el único. Cada profesor, les trae su curso como la última verdad, el método crianza
con cariño es lo máximo. Con pasitos de bebé y es lo máximo. ¡Al menos no es caldo de pollo para el
alma o chocolate caliente para el alma!, ni toda esa psicología de fila de caja de supermercado que
mucha gente consume y que muchos psicólogos también consumen, no digo que no, ustedes tienen
que leer lo que leen sus clientes, si no está perdido. Si le llega un cliente obsesionado con 50 sombras
de Grey
10
lo va a tener que leer porque si no, no sabe cuál es la onda del cliente.
Los signos de los tiempos
Un psicólogo graduado me dijo una vez:Licenciada, ¿qué me puede aconsejar usted en una
terapia de pareja?”. Y le contesto: no le puedo aconsejar nada, porque yo no hago terapia de pareja,
porque me han salido pésimamente mal cada vez que he probado, mejor renuncié y mejor hago algo
que hacer. Y me dice: “pues miré, yo decidí comenzar con los cinco gestos del amor”. Yo ya me
iba para atrás. ¿Dónde está la ciencia?, ¿dónde están los cinco años que usted estudió? Es decir, esos
libros tienen verdades, pero solo son verdades parciales. No son verdades vistas bajo parámetros de
las ciencias psicológicas y de las teorías psicológicas. Allí es donde pasa esto. Desprecian la teoría y la
formación, y como desprecian la teoría, agarran cualquier libro que les parece aceptablemente bueno
y ahí está su manual de trabajo.
Eso no funciona en la realidad. Ya participarán los psicólogos graduados y darán su opinión al
respecto. Las intervenciones son serias. Nosotros no trabajamos Los hombres son de Marte y las mujeres
10
Título de una novela de E. L. James, publicada en 2011 y adaptada al cine en 2015. Ha sido un best seller,
especialmente en público joven.
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de Venus.
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Ya sabemos que somos diferentes, y perdón si resulto reduccionista ¿Qué dice el manual
sobre cómo comienzo la terapia de pareja?, ¿qué dice el manual de la sesión conjunta y sesiones
separadas?, ¿qué dice el manual sobre si un miembro de la pareja tiene psicopatología y otro no?, ¿qué
dice el manual si sobre la base de esa psicopatología se construye una relación codependiente? No,
no sirven cinco gestos del amor para arreglar la situación.
Entonces vamos a la incerteza del conocimiento. Para validar el contenido de un texto tienen
que analizarse las prácticas de los egresados y tienen que verse cuáles prácticas son denominadas
decadentes u obsoletas, cuáles son las prácticas tradicionales y prácticas emergentes. Que ese es el
concepto en donde nos vamos a detener un poco con una visión hacia el futuro. Yo creo que prácticas
decadentes y obsoletas en psicología, son solo aquellas que estaban muy vinculadas al modelo
médico hospitalario, pero allí les dejo a los psicólogos clínicos la ilustración de ese esquema. Pero la
formación del psicólogo clínico en la escuela constituye lo que vamos a llamar la práctica tradicional.
El alumno de psicología viene con dos visiones: 1) viene pensando en sí mismo adentro de su gabinete,
atendiendo consultas sobre problemas y 2) últimamente ha venido viéndose a sí mismo trabajando en
el área organizacional industrial. Esas son las imágenes a futuro que nuestros estudiantes tienen.
En la Escuela, la formación ya incluye la psicología social y la educativa. Pero si usted ve los
dos electivos en el último semestre, los que están saturados son el de psicología clínica (el salón este
año tiene de 90 a 100 estudiantes) y el electivo de psicología industrial (que tiene 60 o 70 estudiantes),
mientras que en el electivo de psicología educativa las matrículas oscilan entre 25-30 estudiantes. Ahí
se aprecia a qué viene el estudiante a la Escuela y qué psicólogo quiere ser.
Entonces, la práctica tradicional del psicólogo clínico consiste en evaluación, diagnóstico,
tratamiento, intervención y consejo (uso la palabra consejo para diferenciarla de consulta). Entonces ya
va con su primer reto profesional cuando le dice a su cliente: “bueno, el problema que usted tiene,
como lo evalué inicialmente es ay el proceso va a consistir en esto. Al rmino de tantas sesiones
habremos averiguado esto y allí decidimos como seguir”. Algunos no regresan, pero esto es lo que
toca.
En un sentido emergente tenemos prácticas como asesoramiento, consulta, enlace,
investigación, dirección, gestión y otras cosas. El concepto de “Buenas prácticas” es un constructo socio
cognitivo de uso reciente, tenemos cinco o seis años de estar oyendo este rmino. Pero ¿a qué me
refiero con decir que es un constructo sociocognitivo? Existen campos emergentes o problemas
emergentes en donde la ciencia y la academia no han construido conocimiento, pero como son
problemas de la realidad y algo tienen qué hacer los psicólogos (y otros profesionales del área social,
porque ahí entran con buenas prácticas también los antropólogos y trabajadores sociales, por ejemplo),
todas las profesiones preocupadas por la persona y sus interacciones, comienzan a hacer cosas, bajo
parámetros metodológicos que usualmente aprendieron de otros campos. Es decir, una buena práctica
es resultado de un proceso de transferencia de los aprendizajes, pero comienza en el ámbito del
problema, no en la academia ni en la investigación.
Cuando ustedes llaman a su congreso “análisis de las buenas prácticas”, ¿de qué van a hablar?
Porque no hay buenas prácticas de evaluación, diagnóstico, tratamiento, intervención y consejo porque
11
Título de un libro de J. Grey, publicado en 1992 y que también ha sido un best seller. Es uno de los libros que,
según expresión de la conferencista, se encuentran en las cajas del supermercado.
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la academia y la ciencia han hecho suficiente investigación al respecto. Lo que señalo es que hay un
amplio cuerpo teórico y metodológico que sustenten esas prácticas: investigación científica y
divulgación a través de manuales diagnósticos y manuales de tratamiento.
Pero no hay manuales para cierto tipo de emergencias. Un ejemplo, después del Mitch o del
Stan, conocí a una profesora de esta Escuela que integró a un equipo para crear un programa llamado
“Salud mental en casos de emergencias”. El tema es que, en Guatemala, siendo un país de desastres,
el Ministerio de Salud no tenía un protocolo para atender a las personas en esos casos. El contexto de
creación de esta nueva práctica fue la tragedia del deslave que destruyó la Aldea Panabaj. Cuando
tuve oportunidad de leer una copia del material, pude concluir, desde el punto de vista del análisis
formativo educativo, que en ese manual había una transferencia de métodos y prácticas utilizadas en
otro contexto, pero trasladados, ahora, a la atención en desastres. Por ejemplo, había muchas técnicas
relacionadas a intervenciones en crisis, había técnicas vinculadas al duelo y la pérdida.
Una “buena práctica” implica construcción en el ámbito directo del problema. Tiene como
antecedente una construcción en los ámbitos A, B y C, pero ahora que Panabaj se hundió bajo la tierra,
no tenemos construcción específica para ver esto. Entonces transfiero conocimiento. Voy, lo pruebo y
si funciona, entonces queda calificado como una buena práctica. Lo que tenemos que hacer nosotros,
científicos y académicos, es ver si la transferencia del conocimiento sigue siendo válida para calificarla,
ya no por su eficiencia, sino por su fundamentación científico teórica.
Veamos otro ámbito: la discapacidad. La Universidad de San Carlos firma todo convenio
interinstitucional de inclusión. De hecho, nos hablaron sobre una nueva práctica que se llama
educación transprofesional y que habrá que calificar si es buena práctica porque es diferente al trabajo
del equipo multidisciplinario y es diferente al trabajo interdisciplinario. Y decía la persona que expuso
el tema que la universidad ya firmó el convenio para el énfasis de la educación transprofesional. El
problema es la contradicción que existe entre firmar convenios, pero no otorgar recursos. Esos
procesos son inclusivos y no tenemos traductor de braille, no tenemos el software que se usa para
lectura de textos con personas sordas (aquí es una suerte tener a una persona que está haciendo la
traducción).
12
Pero no tenemos muchos traductores en la Escuela de Psicología y no todos los eventos
son traducidos. Es decir, que tenemos firmados convenios y es una política, pero la realidad es otra
cosa.
Entonces el ámbito de discapacidad es un ámbito donde no hay construcción para los procesos
inclusivos, no hay un manual de referencia. Si usted va a investigar a la biblioteca, va a encontrar
muchos textos que hablan de experiencias de inclusión: qué es lo que se hizo en Venezuela, lo que se
hizo en Panamá, lo que se hizo en Cuba o lo que se hizo en Europa. Se publica precisamente porque
fue efectivo y, por lo tanto, se calificó por su eficiencia como una buena práctica. Pero, ¿qué decimos
los psicólogos acerca de esa buena práctica?, ¿qué dice la comunidad científica y profesional?
Entonces, ¿de qué hablan ustedes cuando hablan de buenas prácticas? ¿hablan de la práctica
tradicional o hablan de prácticas emergentes? Curricularmente hablando, una práctica emergente es
una que está surgiendo porque las coyunturas históricas, sociales y económicas de una sociedad lo
van permitiendo. Viene de emerger, de surgir, de nacer.
12
En la organización del congreso se con con intérpretes de lengua de señas a cargo de André Vásquez,
estudiantes de Psicología y colaboradores del Comité Prociegos y Sordos de Guatemala.
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Entonces alguien dirá: estas prácticas no son tan emergentes, pero vamos a ver, la pregunta
aquí sería: ¿qué tanto un psicólogo clínico está a) dispuesto a salir de su gabinete y b) está preparado
curricularmente hablando para salir de su gabinete? Porque ya el maestro González señaló que el
sustento de la formación de la Escuela es clínico. Pero clínico de gabinete, clínico para hacer
evaluación, diagnóstico, tratamiento, intervención y consejos o consultas. ¿Qué tanto está listo un
psicólogo clínico para dar asesoramientos en equipos multidisciplinarios?, ¿qué tanto está preparado
el psicólogo clínico para hacer consultas colaborativas? Es decir, para trabajar con otros profesionales
y decidir intervenciones sin violentar los ámbitos de trabajo y tratando de resolver el problema. ¿Qué
tan dispuesto está el psicólogo clínico a (voy a decirlo muy pragmáticamente) vender su conocimiento
para que esa otra persona sea la que trabaje con el cliente?
Eso es muy complicado. Los profesionales somos muy celosos de lo que sabemos. No es fácil
enseñarle a otro para que haga mi trabajo. Y exactamente, ¿qué tipo de intervenciones son las que
podemos nosotros subsanar mediante un proceso de asesoramiento y consultoría?, ¿cuántos
psicólogos no han oído ustedes decir “tengo mi consultoría”? ¿qué es lo que hacen en su consultoría?
No hacen intervenciones directas, sino entrenan a otros y aumentan las competencias de otros para
que ellos hagan las intervenciones directas. ¿Nos animamos?
¿Y qué papel juega la investigación? Una de las preguntas del WISC
13
es: “¿Qué es lo que
debes de hacer cuando te encuentras un monedero de una persona que no conoces tirado en una
tienda?” Y no importa de qué clase social sean los niños guatemaltecos, no importa si son de un colegio
público o privado, casi siempre contestan “¡Me lo quedo!” Y hasta se ríen. Claro que el señor evaluador
al que se le da esa respuesta le coloca 0. Pero, ¿qué hago yo, como psicólogo practicante, para
documentar ese modo de razonamiento moral contextualizado en mi país demostrado por los niños
que repetidamente me lo presentan en la clínica?
¿Dónde está mi investigación?, ¿dónde están mis observaciones del hecho?, ¿dónde está lo
que escribo para explicar eso?, ¿cómo lo hago? Solo me da risa lo que el niño responde. La otra
pregunta es ¿por qué debes cumplir una promesa? Teóricamente, según Kholberg
14
, de los 12 a 14
deberían de contestar algo como “porque si no, no confían en mí”. Pero ellos siguen contestando lo
mismo que a los 7 os: “Si no la cumplo me castigan”. Entonces, ¿dónde está mi investigación sobre
la educación moral en Guatemala y sobre las pautas de los padres en la crianza moral de sus hijos?,
¿dónde está mi investigación sobre el impacto del castigo sobre el juicio moral y en la construcción
del razonamiento moral de los niños? La respuesta es “no lo hago” y me excuso diciendo que a la
investigación no me gusta. Pero documentar la psicología de nuestros niños es una práctica
emergente, este es un rol que todo profesional debe desarrollar.
Porque nos quejamos de que los manuales diagnósticos, las pruebas diagnósticas y los
manuales de tratamiento no son contextualizados, pero ¿cuánto trabajo hacemos nosotros para crear
conocimiento que lo contextualice? ¿y los procesos de dirección y gestión? Usualmente pensamos
que solo el psicólogo industrial puede dirigir, pero la práctica interdisciplinaria y multidisciplinaria
13
Siglas de la Escala de Inteligencia de Weschler para niños.
14
Lawrence Kholberg (1927-1987), psicólogo estadounidense que estudió el desarrollo del razonamiento moral a
partir de modificaciones de la teoría de Jean Piaget (1896-1980), biólogo y epistemólogo, que incursionó en el
desarrollo de los niños buscando el sujeto epistémico.
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implica que el psicólogo, no importa su especialidad, debe participar en la dirección y gestión. Porque
lo consideran el profesional con mayor formación humanista de todos los que integran los equipos
multidisciplinarios y no importa si no es un psicólogo industrial, pero ¿estamos dispuesto a hacer roles
de dirección y gestión?
Ahora pasamos al tema de “los signos de los tiempos”. Yo estoy convencida que esta
generación de jóvenes que vienen a estudiar psicología es totalmente diferente a la generación que
yo contribuí a formar en los ochentas y noventas. No he enfrentado nada más complicado, pensando
en mis alumnos, que lo que enfrento en los últimos años: los millenials.
15
Y sí, me interesa el concepto,
pero me interesa más cuál es el fundamento científico que puede tener ese concepto.
Bueno, lo que hablábamos hace un minuto: ustedes están casados con su celular. Algunos
dicen no, pero la mayoría está sonriendo pícaramente o volteando la mirada para otro sector. Si yo
pasara un dron podríamos tomar nota y proyectar en pantalla, cuantos ahorita andan pendientes de
sus mensajes. No importa que el congreso esté per interesante y que la charla sea per entretenida:
yo voy a recibir un aviso importante ahora, entonces no puedo dejar el teléfono apagado ahorita.
Entonces vamos a ver esta práctica, no si es buena, pero… antes de comenzar el examen yo les digo
a los alumnos “apagado y guardado el celular, apagado y guardado el celular”. Y voy dando una ronda
por la clase. Todo el mundo teóricamente apaga. Cuando ya veo que lo guardaron me paro al frente y
digo “el primero que reciba una llamada le voy a anular el examen” 12 personas sacan sus teléfonos y
verdaderamente lo apagan. ¿En qué cabeza cabe ese tipo de actitud ante una situación que es seria?,
O sea, los exámenes siguen siendo algo serio, digo yo, no son de chiste los exámenes. Un examen es
la cosa más traumática que un estudiante puede tener en su formación.
Pero estamos parados en un contexto serio y el estudiante insiste en que puede saltarse las
barreras y mantener su contacto social. “Contacto social dirá usted Licenciada, tal vez lo que pasa es
que le va a tomar fotos a las respuestas de las preguntas y se las va a dar a alguien”. Sí, por ese tipo de
desconfianza es que uno le pide que lo apague y porque además todas las presentaciones y los libros
de texto los tienen en el celular. Es decir, hay un criterio de seguridad. Pero uno realmente no sabe
cuántos tienen intención de captar información de su dispositivo y cuántos simplemente no lo pueden
apagar porque simplemente no lo pueden apagar. Ante eso, hay una pregunta que yo me hago: ¿q
impacto tiene esto en mis valores del ser y mi desarrollo de aptitudes sociales constructivas? Ahora
hasta existe bullying cibernético. Por eso hablo de signos de los tiempos.
Estamos bajo el imperio de lo que llamamos la globalización virtual, la alfabetización global, la
narrativa visual (use el término que quiera), vivimos bombardeados por imágenes y la psicología
descubrió que una imagen dice más que mil palabras pero, evolutivamente hablando, lo que nos hizo
personas fue primero nuestra capacidad de tener representaciones mentales, la capacidad de
hacernos la imagen en nuestro propio cerebro y en estos tiempos, el cerebro bombardeado por
imágenes, se vuelve haragán, ya no quiere palabras sino quiere imágenes. Lo coloco fácil. Todos
hemos ido al cine a ver películas basadas en libros. Se me ocurre el maravilloso mundo de Harry
Potter.
16
El productor de la saga, él si puso a trabajar a su cerebro porque se imaginó el mundo de Harry
15
Y se supone que 30 años de docencia debería hacerlo más fácil, ¿verdad? (nota de la conferencista).
16
Saga de 7 libros escritos por la inglesa J. K. Rowling, de quien hace referencia inmediatamente. También hace
referencia a elementos icónicos de la misma y que fueron trasladados a las películas basadas en la saga.
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Potter, se imaginó la Escuela de Hogwarts, se imaginó el callejón Diagon, se imaginó cada nueva
especie de animal que J.K. Rowling describe en sus libros y las convirtió en imágenes y se las dio al
público. Pero el público mayoritario ya no leyó los libros. El punto es que nosotros ya no queremos
procesar palabras y convertirlas en imágenes, queremos las imágenes, queremos el esquema y el
dibujito. Por eso las diapositivas no deben estar demasiado explicadas. Deben centrar el título, no
deben dar las imágenes, porque las imágenes deberían ser el trabajo constructivo de la audiencia.
¿Cómo va impactar esto en nuestra evolución individual, nuestro desarrollo social y hasta
nuestras habilidades? Yo me pregunto si transcurrieron miles de años para que el ser humano puesto
de pie pudiera hacer la pinza, cuántos años van a pasar para ver que hacen nuestros dos pulgares en
el teléfono y cómo va a cambiar eso nuestro cerebro. Nuestro cerebro ya no está elaborando
imágenes, ya no está teniendo representaciones. El mundo le está dando conocimiento, le está dando
representaciones y eso viola principios constructivistas del aprendizaje, puesto que la construcción
mental está adentro, está activa y es de ustedes. Hemos visto como en los últimos años, cada decenio
se pone de moda un trastorno, bullying por aquí y por allá. Anorexia y bulimia por aquí y por allá. Luego
esas sobrecargas de programas de investigación criminal nos ponen ideas en la cabeza de escenarios
que nuestra cultura no manejaba. Y por eso existen estudios sobre adicciones interactivas, pero, ¿los
hemos hecho en Guatemala?
Nuestros patojos nos ponen o no nos ponen atención. ¿Qué va a hacer usted que no puede
despojarse de su celular durante los 50 minutos que dura una entrevista? Porque no crea que su cliente
va a regresar si usted está pendiente de ver qué mensaje le entra. Si antes podíamos trabajar una
jornada de 8 horas y las emergencias nos serían avisadas sin que existieran celulares, ¿por qué usted
ahora está pendiente que es lo que le entra cada 5 minutos y que muchas veces son memes? Un
querido colega profesor de la investigación y del Electivo de Psicología Social concluye a modo de
broma: entonces una persona que solo lee memes y solo escribe memes, es meme.
17
Lea libros y libros completos. Entonces ya no va a hacer meme. El punto es que estos
problemas devienen de este tiempo, devienen de esta cultura. ¿Qué vamos a hacer con lo que cada
día se presenta como emergente?, ¿cuál es el papel del psicólogo? Y ¿cuánto nos prepara nuestro
pensum para enfrentar problemas que están en este tiempo y que dentro de 5 años ya no van a ser los
mismos porque ya habrán cambiando?
Eso es lo que Morin llama “educar para la incertidumbre”, precisamente. Muchas gracias.
17
Como se conoce, los “memes” son mensajes humorísticos que combinan imágenes y palabras y que circulan en
las redes sociales. Lo que tal vez no sea tan conocido actualmente, es que “meme” se aplica, según definición de
diccionario, a una persona lenta, lerda, no inteligente. De allí el juego de palabras de la conferencista.
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