Copyright 2021 Maa Jimena Campos Martínez y
Nadyezhda van Tuylen Domínguez
Recibido: 18 de marzo de 2021
Aceptado: 10 de septiembre de 2021
Publicado: 30 de noviembre de 2021
No.4 Enero-Diciembre 2021
ISSN 2958-1648
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Escuela de Ciencias
Psicológicas de la Universidad
de San Carlos de Guatemala
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Funciones Ejecutivas Cálidas y su relación con la Teoría de la Mente
Warm Executive Functions and their relationship with the Theory of
Mind
María Jimena Campos Martínez, Nadyezhda van Tuylen Domínguez
Escuela de Ciencias Psicológicas
Este trabajo fue financiado con recursos del autor. El autor no tiene ningún conflicto de interés al
haber hecho este trabajo. Correo electrónico: nvan@psicousac.edu.gt
Resumen: el estudio presentado busca evaluar el funcionamiento conductual de la Teoría de la Mente,
percibido por los padres de niños con bajo coeficiente intelectual y su relación con el funcionamiento
de la Corteza Orbitomedial. El estudio y abordaje de ambas variables puede representar una manera
eficaz de incidir en el desarrollo de las habilidades sociales, como factor protector o de prevención
ante el riesgo latente de que se involucre en acciones delictivas. Por medio de muestreo por
conveniencia, se recabaron los datos de 21 participantes (16 niños y 5 niñas) utilizando la observación,
entrevista, evaluación Neuropsicológica y una evaluación del funcionamiento conductual de la Teoría
de la Mente. Para tal fin, se utilizaron las pruebas BANFE, KBIT y el Inventario de Teoría de la Mente 2
(ToMI 2). Los principales hallazgos incluyen un escaso desarrollo de la Teoa de la Mente, acomo
alteración severa en funcionamiento de la Corteza Orbitomedial y la correlación positiva entre ambos.
Los resultados encontrados permiten concluir que los niños con un Coeficiente Intelectual por debajo
de la norma, presentan deficiencia en el funcionamiento de ambas variables.
Abstract: the study presented seeks to evaluate the behavioral functioning of the Theory of Mind,
perceived by the parents of children with low IQ and its relationship with the functioning of the
Orbitomedial Cortex. The study and approach of both variables can represent an effective way of
influencing the development of social skills, as a protective or preventive factor against the latent risk
of getting involved in criminal actions. By means of convenience sampling, data from 21 participants
(16 boys and 5 girls) were collected using observation, interview, Neuropsychological assessment and
an assessment of behavioral functioning of Theory of Mind. For this purpose, the BANFE and KBIT tests
and the Theory of Mind Inventory 2 (ToMI 2) were used. The main findings include a poor development
of the Theory of Mind, as well as severe alteration in the functioning of the Orbitomedial Cortex and
the positive correlation between both. The results found allow us to conclude that children with an IQ
below the norm present deficiencies in the functioning of both variables.
Palabras Clave: cognición social, corteza prefrontal, habilidades sociales, empatía, neuropsicología.
Keywords: social cognition, prefrontal cortex, social skills, empathy, neuropsychology.
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Introducción
La humanidad es una especie social, que vive y piensa socialmente. Con ello se logra una
amplia gama de cogniciones sociales sobre identidades, roles, acciones sociales e interacciones
(Wellman, 2016). Bandura (1989) hace
énfasis en que los procesos cognitivos son centrales al desarrollo, operan a medida que las
personas observan modelos, aprenden fragmentos de conductas y mentalmente conjuntan los
fragmentos en complejos patrones nuevos de conducta.
La Cognición Social hace referencia al conocimiento que tiene la persona sobre los seres
humanos y sus actividades, acomo a los procesos mediante los cuales se adquiere y utiliza esa
información (Enesco, 2017). La Teoría de la Mente es un componente de la Cognición Social que influye
en la transición de los niños en el ingreso a la escuela y su éxito dentro de ella. Es la comprensión
cotidiana de las personas como seres que piensan, olvidan, quieren y recuerdan (Wellman, 2016).
Además, se refiere a la comprensión de mismo y de los demás, en términos de los estados internos,
mentales y psicológicos propios y ajenos.
Cuando la Teoría de la Mente no se desarrolla, se manifiestan algunas carencias en la
comprensión y empatía hacia los demás, el niño presenta dificultades para construir relaciones
efectivas que permitan el logro de una socialización adecuada, lo cual repercutirá en una
disfuncionalidad que limite su desenvolvimiento adecuado en el entorno en el que se maneja (Tirapu-
Ustárroz, 2007).
Como señala Adolphs (2001), la cognición social “es un proceso complejo en el que existen
mecanismos para percibir, procesar y evaluar los estímulos, lo que permite una representación del
entorno social” (p.231). Regiones del lóbulo temporal, como el giro fusiforme y el surco temporal
superior, trabajan junto a otro grupo de estructuras cerebrales entre las que se encuentra la corteza
orbitofrontal, para procesar la información y enviarla a un sistema efector que permite la emisión de
una conducta social (Tirapu-Ustárroz, 2007).
La Corteza Orbitomedial, está asociada a la Teoría de la Mente, especialmente a la empatía
(Tirapu-Ustárroz, 2007). Es el área asociada al funcionamiento ejecutivo que permite la coordinación
de la cognición, la emoción y motivación, la regulación del comportamiento social y la toma de
decisiones sobre aquellos eventos que tienen una consecuencia significativamente emocional,
conjunto de funciones al que se le ha dado el nombre de funciones ejecutivas cálidas (Ardila & Solís,
2008; García Arias, 2012; Martínez, Sánchez, Bechara, & Román, 2006).
Este estudio evaluó el funcionamiento conductual de la Teoría de la Mente, percibido por los padres
de niños con bajo coeficiente intelectual y su relación con el funcionamiento de la Corteza
Orbitomedial relacionado a las funciones ejecutivas cálidas. Además, procuró establecer la relacn
entre ambas, ya que se infiere que el estudio y abordaje de ambas variables, puede representar una
manera eficaz de incidir en el desarrollo de las habilidades sociales, generar un impacto positivo en el
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niño y constituir un factor protector o de prevención ante el riesgo latente de que se involucre en
acciones delictivas.
todos
Sujetos
La muestra estuvo integrada por un total de 21 niños, (16 niños y 5 niñas), guatemaltecos,
hispanohablantes, estudiantes de educación Primaria y que además forman parte del Programa
Pygmalión del Instituto de Servicio e Investigación Mayra Vargas Fernández (ISIPs), tras ser referidos
por dificultades en el aprendizaje y bajo rendimiento académico.
Procedimientos
Se emplel muestreo por conveniencia. A través de la observación, se obtuvo información
relevante sobre el desempo de los niños en cada una de las pruebas presentadas, así como de su
desenvolvimiento con pares y adultos. Se entrevistó a los padres de los niños para obtener datos
familiares requeridos por los instrumentos y obtener el consentimiento y asentimiento informado para
la participación en el programa.
Se realizó una evaluación neuropsicológica, empleando para cada sujeto 10 horas divididas en
sesiones acorde a la capacidad y nivel de rendimiento del niño evaluado. El evaluador presentó los
estímulos al niño siguiendo los protocolos ya establecidos de las pruebas BANFE, KBIT y ToMI-2. En
la primera sesión se aplila prueba BANFE, en la siguiente, KBIT. Por último, fue aplicado el Inventario
de la Teoría de la Mente 2 (ToMI 2) al padre o encargado directo del niño, siguiendo el protocolo ya
establecido para el mismo. Dicha sesión fue individual y tuvo una duración de una hora.
Dados los protocolos de distanciamiento y seguridad que se implementaron debido a la
pandemia por SARS-COV 19 (Coronavirus), esta evaluación se realivía telefónica con el padre,
madre o encargado directo de cada uno de los niños. Se hizo énfasis en la voluntariedad y en la plena
comprensión del instrumento y el objetivo del mismo. Se registraron los datos de los resultados en
una base de datos que alberga todos los ítems evaluados.
El Coeficiente Intelectual fue utilizado como variable de control en este estudio. Para su
medición, se utilizó el Test Breve de Inteligencia de Kaufman K-BIT-, cuyo objetivo es medir la
inteligencia cristalizada y la inteligencia fluida en niños, adolescentes y adultos. Esta prueba permite
la ubicación del evaluado en categorías descriptivas según el rango percentil alcanzado: Muy alto
(>99.9 98), Alto (97 91), Medio alto (90 -75), Medio (73 25,) Medio bajo (23 9), Bajo (8 2) y Muy
bajo (2 - <0.1).
La evaluación de la variable Teoa de la Mente (ToM, de aquí en adelante), se realimediante
el Theory of Mind Inventory 2, cuyo objetivo es evaluar el nivel de desarrollo de las diferentes
dimensiones de la ToM según su funcionamiento, expresado con ejemplos del comportamiento en la
vida real, que pueden ser precisa y fiablemente identificados por quienes conocen mejor al niño: sus
cuidadores inmediatos. Tiene un rango de aplicación a niños de 2 a 13 años de edad.
Los rangos de desarrollo según el Theory of Mind Inventory 2 corresponden a ToM Temprana
entre los 2 y 3.5 años de edad, Básica entre 3,5 y 6 años de edad, y Avanzada entre 6 y 13 años de
edad, momento en que alcanza su pico de máximo desarrollo. Los rangos de puntuación utilizados
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para categorizar el desempeño de la persona en las diferentes dimensiones de la ToM, son: “no
desarrollado” calificación comprendida entre 0-7, “En proceso de desarrollo” abarca el rango de 8-13,
y “Desarrollado” corresponde a una puntuación entre 14-20.
Para la evaluación del funcionamiento de la Corteza Orbitomedial, se utili la Batería
neuropsicológica de funciones ejecutivas y lóbulos frontales (BANFE). Esta evalúa el desarrollo de las
Funciones Ejecutivas mediante un número importante de pruebas neuropsicológicas de alta
confiabilidad y validez para la evaluación de los procesos cognitivos que dependen principalmente de
la corteza prefrontal. Permite obtener no sólo un índice global del desempeño, sino tambn un índice
del funcionamiento de las tres áreas prefrontales evaluadas: corteza orbitomedial, dorsolateral y
prefrontal anterior. El perfil obtenido señala las habilidades e inhabilidades del sujeto en cada una de
las áreas cognoscitivas evaluadas, permitiendo ubicar el desempeño en rangos: Normal alto (116 en
adelante), Normal (85-115), Alteración leve-moderada (70-84), Alteración severa (69 o menos.).
Análisis de datos
Se realiel análisis de los estadísticos descriptivos de la población. Se aplicó la prueba de
normalidad Shapiro-Wilk, y Coeficientes de Correlación de Spearman para identificar niveles de
correlación de las variables de funciones ejecutivas y Teoría de la Mente.
Consideraciones éticas
La información recabada para este estudio estuvo regulada por procesos de privacidad
institucional y la anuencia de los participantes. Se obtuvo consentimiento y el asentimiento informado
y su participación fue voluntaria, consensuada, realizada de forma responsable y respetuosa, no
iatrogénica.
Resultados
La totalidad de la población presentó un resultado por debajo de lo esperado para su edad y
escolarización. Predominantemente el 86% de los niños presentan un CI Muy bajo, el 9% se encuentra
en la categoría Bajo y el 5% en la Medio bajo.
Como se indicó, para evaluar el funcionamiento conductual de la Teoría de la Mente, se utilizó
el Theory of MindInventory 2. Tomando en cuenta que el 100% de la muestra es mayor de 7 años, se
esperaba que el mismo porcentaje presentara el desarrollo completo de la categoría Temprana y
sica. Sin embargo, solamente el 14% de la población estudiada ha alcanzado el desarrollo de la
Teoría de la Mente Avanzada, nivel esperado para la edad. Se manifiesta un déficit en el 19% de
población desde la dimensión más elemental de la ToM, lo que supone un atraso de al menos 3.5 años
en el desarrollo de la misma en ese grupo en particular.
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Tabla 1
Estado de desarrollo de la Teoría de la Mente Básica, Temprana y Avanzada.
Rango de desarrollo de ToM
Estadío
Edad de desarrollo
sica
(3.5-6)
Avanzada
(6-13)
Desarrollado
81%
38%
14%
En proceso de
desarrollo
14%
57%
62%
No
Desarrollado
5%
5%
24%
Con respecto al funcionamiento de la corteza orbito medial, se obtuvo una media de 44,
categorindose como Alteración severa”. El 81% de la población se ubica en la categoría de
Alteración Severa, lo que deja solo al 14% por encima de esa categoría. Tan sólo el 5% de la población,
se ubica en la categoría Normal en cuanto al desarrollo y funcionamiento de la corteza orbitofrontal.
Esto evidencia un funcionamiento inadecuado en el área neuroanatómica que se especializa en los
procesos de Cognición Social y cuya principal función es el funcionamiento ejecutivo en términos del
procesamiento y regulación de emociones, estados afectivos, y conducta.
Figura 1
Perfil de Funcionamiento Ejecutivo de la Corteza Orbitomedial de niños entre 7 y 12 años del programa
Pygmaln de ISIPs
0
20
40
60
80
100
120
6 7 8 9 10 11 12
Subtotal Orbitomedial
Edades
Normal
Alteración leve-
moderada
Alteración
severa
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Se estableció una correlación positiva existente entre el funcionamiento de la corteza Orbito
medial asociado a la coordinación de la cognición, la emoción y motivación, la regulación del
comportamiento social y la toma de decisiones con implicaciones emocionales (funciones ejecutivas
lidas) y las diferentes dimensiones de la Teoría de la Mente. Ambas variables presentaron un
desarrollo por debajo del esperado para la edad y sexo de la población estudiada, tal como se puede
observar en la siguiente tabla.
Tabla 2
Coeficiente de Correlación de Spearman
Rho de Spearman
Corteza
Orbitomedial
ToM Temprana
,283
ToM Básica
,288
ToM Avanzada
,436*
Discusión
La Teoría de la Mente es una habilidad cognitiva que permite inferir estados mentales
(pensamiento, intenciones, deseos, etc.) en otra persona y utilizar la información obtenida, para
interpretar y predecir la conducta, así como regular y organizar el propio comportamiento específico
que permite comprender a los otros desde al poder predecir sus estados mentales y conductas
esperadas ante determinada situación y contexto. Derivado de ello, da paso a la anticipación y
modificación de comportamientos propios y ajenos (Premack y Woodruff, 1978).
Al evaluar el funcionamiento conductual de la ToM, se seleccionó como el instrumento para
alcanzar dicho objetivo el Inventario de Teoría de la Mente 2 (ToMI 2), ya que permite perfilar el
desempeño de los 3 estadios de la ToM, por medio de ejemplos del comportamiento en la vida real,
que pueden ser precisa y fiablemente identificados por el cuidador inmediato del niño. Lo que
proporciona una amplia medida del funcionamiento de la Teoría de la Mente de forma integral. Aunque
los datos se obtuvieron de los padres, y no directamente de tareas ejecutadas por los niños, la
metodología y el instrumento aplicados favorecieron el apego de las respuestas, al desempeño
individual observado durante las sesiones presenciales con los niños.
A pesar de que toda la población es mayor de 7 años y eso implica que debieran tener
plenamente desarrolladas las dimensiones temprana y básica de la Teoría de la Mente, así como
encontrar al menos en proceso de desarrollo la dimensión avanzada, únicamente el 14.3% presentó
indicadores de desarrollo en esta última. Por tanto, se hizo evidente que el desarrollo de la Teoría de
*. La correlación es significativa en el nivel ,05 (bilateral).
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la Mente se encuentra por debajo de la norma esperada para la edad del total de la población
investigada.
El déficit en el desarrollo de la Teoría de la Mente, denota que el niño no alcanza un nivel de
comprensión y empatía hacia los demás, presenta dificultades para construir relaciones efectivas que
permitan el logro de una socialización adecuada y repercute en una disfuncionalidad que limitará su
desenvolvimiento adecuado en el entorno en el que se maneja (Tirapu-Ustárroz, et al. 2007). Todo lo
anterior se hace evidente por medio de la conducta manifiesta del niño, ya que funciones como la
Teoría de la Mente, en concordancia con los demás elementos de la Cognición social, están
involucradas en la integración global y coherente de las diversas actividades cognitivas y emocionales
(Miller, Galanter y Pribram, 1960).
En cuanto a la evaluación del área orbitomedial, el 81% de la población se sitúa en una
categoría de Alteración severa y tan solo 4% se situó en la categoría normal. Según Damasio (1998),
dicha área está estrechamente relacionada con el sistema límbico, y su función principal es el
procesamiento y regulación de emociones y estados afectivos, así como la regulación y el control de
la conducta.
Otra de sus principales atribuciones es la determinación de la relevancia emocional de un
elemento entre las opciones disponibles para la situación dada (Elliot, Dolan, &Frith, 2000). El déficit
de desarrollo y funcionamiento de esta área repercute mediante alteraciones en el control emocional,
en la tolerancia a la frustración y la agresividad, en el control conductual y de la personalidad. Así
mismo, se manifiesta en la afección de los intereses y motivaciones de la persona. Esto puede derivar
o influir en cambios de rasgos de la personalidad del sujeto y que pueden manifestarse en forma de
retraimiento o personalidad irónica (Flores, et al. 2014).
Para identificar la relación entre el funcionamiento de Teoría de la Mente y el de la Corteza
Orbitomedial, se obtuvo el coeficiente de correlación de Spearman entre esta última y la Teoría de la
Mente Avanzada. Por medio del mismo se determinó la calidad de la relación encontrada: Relaciones
positivas y débiles entre las variables. Esto significa que se relacionan entre ellas de forma débil, pero
directamente proporcional: a mejor funcionamiento de la corteza orbitomedial, mejor desarrollo de la
Teoría de la Mente. Estos hallazgos concuerdan con lo que Van Tuylen (2018) afirma respecto a que
los niños y niñas que muestran un rendimiento escolar reducido, también muestran algunos déficits
sociales y emocionales.
La población presentó un desarrollo deficiente en ToM y en la Corteza Orbitofrontal. Con
respecto a esto, Wellman (2016) argumenta la existencia de la relación predictiva y causal entre las
Funciones Ejecutivas y la ToM, ya que la segunda es resultado de las primeras. Debe resaltarse que la
Corteza Orbitofrontal forma parte de las estructuras cerebrales implicadas en el Funcionamiento
Ejecutivo, siendo asociada específicamente a las Funciones Ejecutivas Cálidas. Estas últimas se
relacionan estrechamente con la Cognición Social, ya que están implicadas en el procesamiento de la
información emocional y en los componentes motivacionales (la toma de decisiones) (De Brito et al.,
2013). Por lo tanto, un déficit ejecutivo conlleva a un déficit en el desempo social de la persona
(Flusberg, 2004).
En el contexto de la coyuntura nacional actual, es evidente e imperativa la necesidad de
intervenir en el desgaste que sufre la sociedad y las personas que la componen, incluyendo los nos
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y niñas. Evidenciar el estado de desarrollo de la ToM y la corteza Orbitomedial, sugiere una línea de
acción directa sobre las habilidades sociales de los niños, ya que se constituye como un factor de
influencia en la dinámica de las relaciones sociales de la población.
Al lograr identificar una relación positiva entre la ToM y el funcionamiento de la Corteza
Orbitofrontal, se abre una ventana de oportunidad en la búsqueda de la potenciación de las
habilidades sociales en la población guatemalteca. Se deben dirigir esfuerzos que, partiendo de
investigaciones como la que se presenta, se enfoquen en la mejora de la funcionalidad del niño y su
desenvolvimiento social.
Finalmente, algunas de las limitantes presentadas durante la presente investigación se
producen en el contexto de la pandemia por Coronavirus. Las restricciones de movilidad y reunión
impuestas por el Gobierno de Guatemala, imposibilitaron el desarrollo del proyecto como se pensó en
un inicio. Específicamente, se debió modificar la evaluación de ToM. No se evaluó el desempeño del
niño en tareas de la misma, sino que se hizo a través de las observaciones y experiencias del cuidador
directo del niño y las conductas manifiestas ligadas a la ToM. Se hace necesario profundizar en esta
área y asegurar la evaluación directa de la muestra, para una mejor apreciación de la correlación entre
la Teoría de la Mente yel funcionamiento ejecutivo del niño.
Conclusión
Se observó que los niños y niñas evaluados, presentan bajo nivel intelectual, déficits de la
dimensión temprana de la ToM (prevista a alcanzarse a los 3.5 años de edad) y una alteración severa
en el funcionamiento de la corteza orbitomedial. La correlación positiva entre ambas se aprecia en la
conducta social observada por los padres en términos de la capacidad de los niños para coordinar la
cognición, la emoción y motivación, la regulación del comportamiento social y la toma de decisiones
con implicaciones emocionales.
Agradecimientos
Se agradece al Instituto de Servicio e Investigación Psicopedagógica “Mayra Vargas
Fernández” (ISIPs), especialmente al Programa de Investigación Neuropsicológica, por la orientacn y
apoyo brindados en el marco de la formulación y desarrollo de esta investigación. Así como también
a los niños y padres de familia que formaron parte de esta investigación.
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Derechos de Autor (c) 2021 María Jimena Campos Martínez, Nadyezhda van Tuylen Domínguez
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