informal y el de empleo informal: “El concepto de sector informal se refiere a unidades de producción
como unidades de observación, mientras que el concepto de empleo informal se refiere a los empleos
como unidades de observación” (OIT, 2003, párr. 11).
Tomando en cuenta lo anterior, el empleo informal comprende los siguientes tipos de empleo:
trabajadores por cuenta propia dueños de sus propias empresas del sector informal, empleadores
dueños de sus propias empresas, trabajadores familiares auxiliares, miembros de cooperativas de
productores informales, asalariados con empleos informales y trabajadores por cuenta propia, cuya
producción de bienes y productos es exclusiva para uso propio del hogar (OIT, 2003). Respecto a la
clasificación del empleo informal, la OIT (como se citó en Ramos, 2015) comenta que:
Las empresas se clasifican de acuerdo a su actividad económica, y las del sector informal por
los trabajadores que laboran por cuenta propia o por tener empleadores informales. Asimismo,
se toma en cuenta el lugar de trabajo (si es fijo o no), su situación geográfica (rural-urbana), el
número de personas ocupadas, tipo de propiedad (propiedad individual, propiedad del hogar,
en asociación con miembros de otro hogar), las relaciones con otras empresas (productores
independientes, o que trabajan con otras empresas) (párr. 8).
Un trabajador por cuenta propia es aquel que trabaja por su cuenta o con uno o más socios en
empresas o negocios del sector informal y que posee un tipo de empleo independiente (OIT, 2020a).
En el caso de los trabajadores familiares auxiliares, “son aquellos trabajadores que tienen un empleo
independiente en un establecimiento con orientación de mercado, dirigido por una persona de su
familia que vive en el mismo hogar” (OIT, 2020a, p. 34). Y, por último, los miembros de cooperativas de
productores, “son los trabajadores que tienen un empleo independiente en una cooperativa que
produce bienes y servicios, en la que cada miembro participa en pie de igualdad con los demás
miembros en la determinación de la organización” (OIT, 2020a, p. 34).
Las personas que integran dicho sector, mayormente conocidos como trabajadores informales,
presentan diversas características que los diferencian de aquellos pertenecientes al sector formal,
estas son:
1) Empleados particulares y los obreros que laboran en establecimientos, negocios o empresas
que ocupan hasta diez personas en todas sus agencias y sucursales, incluyendo al patrono; 2)
Trabajadores familiares sin remuneración; 3) Trabajadores sin remuneración en empresas o
negocios de otros; 4) Empleados domésticos; 5) Trabajadores por cuenta propia; 6) Patrones de
empresas de hasta diez trabajadores (Quejada et al., 2014, p. 129).
La informalidad se encuentra condicionada por diversos factores, que varían según el enfoque
a abordar (dualista, institucional, neoclásico y estructuralista), que establecen diferencias notorias. Aquí
se enfatizará en el enfoque estructuralista, que identifica una serie de factores como el género, nivel
educativo y edad, los que determinan la posibilidad de que una persona forme parte del sector formal
o informal. Respecto a ello, Ochoa y Ordoñez (como se citó en Quejada et al., 2014) comentan que: